El Eclipse Lunar
Salvador
salió para el patio a admirar el eclipse de Luna. Le fascinaba las fotos que
había visto en varias ocasiones, pero nunca había presenciado un evento en
directo. Al salir se le acercó un bigotudo con sombrero de pico y le dijo que
si quería que lo llevara a la Luna. ¡Encantado! Dijo y entonces bajó una
lechuza gigante. Se subieron a ella y volaron hacia la Luna. El niño estaba
extasiado observando las estrellas y la Tierra. Volaron a lo largo de un arcoíris
inmenso cambiando de una franja de colores a otra, mientras a su lado dos
estrellas bailaban un vals entre las nubes. La Luna apenas se podía apreciar.
Era un disco oscuro. Sin embargo el parpadeo de las estrellas con sus colores
brillantes, las nubes formando figuras de animalitos y el viento interpretando
lindas melodías era lo hermoso de esa noche fantástica. El bigotudo se quitó el
sombrero y le enseñó la Luna. No, gracias. Es más hermoso todo lo demás.
Entonces el hombre le dijo: “La belleza no está en lo que nos parece hermoso.
La belleza está en todas partes porque el Universo, desde un grano de arena
hasta las Galaxias, son bellas”
La
lechuza bajó hasta el tejado de la casa de Salvador y el hombre del sombrero de
pico lo ayudó a bajarse.
¡Felices
sueños!
Pcfa
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