jueves, 28 de diciembre de 2017

Verónica y Daniel


                                        
 
 
 
 
 
                                                    Verónica y Daniel

 

Verónica conoció a Daniel en el Burger King. Él la observaba atentamente, no perdía detalles de lo que  hacía hasta que se incorporó y se dirigió hacia ella. La invitó a dar un paseo y la joven aceptó con una sonrisa. Pasearon  por todo el litoral de la playa conversando sobre ellos y el amor y terminar con un beso apasionado.
  Daniel era complaciente, cariñoso y alegre, cualidades suficiente para que Verónica decidiera que ese iba a ser el hombre de su vida.
  Siempre estaba con ella. Incluso cuando estaba en el trabajo la llamaba constantemente por lo cual más de una vez sus superiores le llamaron la atención.
  Un día decidieron fijar fecha para la boda. Estaban convencidos del amor que los embargaba. Ese mismo día salieron para celebrar el anuncio de sus nupcias y entraron en un bar del barrio. Los asistentes admiraban a la pareja de jóvenes que se besaban y  abrazaban constantemente. El dueño del bar puso en la tele un canal musical y ellos se pusieron a bailar. Ella no se había percatado que el iba muy a menudo al baño. La última vez, al regresar, observó a Verónica conversando muy animadamente con un joven y al llegar a la mesa donde estaba sentada su chica, la haló por el brazo y la sacó del local. Ella, asustada, le preguntó el porqué de su actitud pero Daniel se limitó a darle una cachetada y gritarle palabrotas. Enfadada y llorando corrió a refugiarse al bar.
  Un matrimonio mayor se ofreció para acompañarla a su casa pero ella desistió. Imaginaba que Daniel había sufrido un ataque de celos pero que se le pasaría.
  Esperaba impaciente la llamada de él y por último fue ella la que decidió llamarlo. Él le dijo que lo perdonara y ella escuchó como el lloraba.
  Al atardecer fue a buscarla a su casa. Ella salió corriendo a abrazarla y en lugar de sentir sus brazos rodeando su cintura, sintió un objeto punzante penetrando su abdomen. Su mirada de terror se le congeló mientras se iba deslizando hacia el suelo.
  Daniel fue detenido y enviado a prisión mientras la tumba de Verónica se llena de rosas todos los días.

    Esta muerte pudo haber sido una de las mas de cincuenta mujeres asesinadas en España en 1917 a manos de sus parejas.