Angustia
Las manos heladas buscan temblorosamente en los bolsillos. De una casa, adornada con motivos navideños, se escuchan los ladridos de un perro rompiendo en pedazos el silencio de la noche. Mira las viviendas vecinas y piensa que sus moradores lo están observando a través de las ventanas. La luna llena también lo está contemplando, acompañado de millones de estrellas, gracias a un cielo despejado. Avanza un paso y retrocede dos. Revisa las ventanas con el mayor disimulo y rogándole a Dios que llene de nubes el cielo.
De pronto, sus ojos se iluminan. ¡Ha encontrado las llaves de su casa!
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