domingo, 28 de noviembre de 2021

Tibi y su Colmena (cuento infantil)

 


Tibi y su Colmena

En un lugar de un país llamado Australia, existían varias colmenas, que son las casitas donde las abejas hacen sus panales con la rica miel tan gustadas por niños y adultos. Además, la miel de abeja es muy saludable. En una de esas colmenas vivía Tibi, una abejita muy simpática, disciplinada y trabajadora como debemos ser todo. Esta abeja utilizaba la misma ropa como la mayoría de las demás, o sea, un lindo traje con rayas oscuras y amarillas transversales. Algunas de sus compañeras decían que sus colores eran muy brillantes y es que a Tibi la querían todas. Era amable, cortés, alegre y siempre haciendo cosas. En ocasiones encontraba néctar que nadie encontraba y por eso la calidad y el sabor de la miel producida en esa colmena era muy apreciada.

Un día, volando en busca de néctar, sintió un aroma distinto y se dirigió al lugar. Era una extraña planta a la cual le salían una especie de tentáculos de su fino tallo que terminaban en especie de un cucharon con una tapa abierta. Se asomó y bajó para ver la calidad de su néctar y de pronto la tapa se cerró impidiendo su salida. ¡Había quedado atrapada! Pidió auxilio hasta ser escuchada por sus colegas que trabajaban cerca. Trataron de levantar la “tapa”, pero les era imposible. Todas estaban nerviosa. No sabían que hacer y cada minuto que pasaba, se le agotaban las fuerzas y temían que cayera en aquel líquido viscoso. Cuando todo parecía perdido, llegó la abeja considerada por todos como alegre y juguetona. Esta abeja era trabajadora como todas, pero siempre hacía chiste y gastaba bromas a sus amigas, pero eso sí,  era muy inteligente. Observó la situación y el rostro triste de sus compañeras e inmediatamente se dio cuenta que Tibi había sido víctima de una planta caníbal del Género Nephentes, conocida como Planta Jarra o Copa de Mono que se alimenta de insectos  y se le ocurrió una excelente idea. Se dirigió al lugar de donde salía ese macabro tentáculo del tallo y rozando sus alas en ese lugar, la planta comenzó a temblar y la trampa se fue abriendo dejando salir a Tibis. Una vez libre y estando en la colmena, todos se pusieron contentos y felicitaron a la graciosa abeja que había salvado a su amiga haciéndole cosquillas a la Planta Jarra.

Nunca debemos perder el optimismo y la esperanza.

 

Pcfa


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