lunes, 18 de mayo de 2020

Motel Rio Verde




                                                      Motel  Río Verde


El hombre bajó por la escalerilla del avión con una maleta pequeña y la vista puesta en el pequeño edificio del aeropuerto. Pasó el pequeño salón y se dirigió hacia donde varios autos estaban estacionados.

─ Please, ¿Alquila? ─le preguntó al primer auto.

─Sí, Míster, puede sentarse ─le dijo el chofer abriendo la puerta de su Plymouth 1955.

─ ¿Para dónde lo llevo, Míster?

─ ¿Hay algún lugar donde me pueda alojar cerca del río que cruza la ciudad? ─preguntó en un mal castellano.

─ ¡Oh, sí! Hay muchos, Casa Mañana, Río Verde, Shangrila, Bamboo y Rancho El Tesoro.

─ Me gusta el nombre de Río Verde. ¿Es un hotel?

─ Es un motel de reciente inauguración, Míster

─ ¡Pues llévame a ese!

El hombre abrió su habitación, puso la maleta sobre la cama, la abrió y sacó una pequeña carpeta con documentos. Luego se sentó en una butaca y comenzó a leerlos.

 Muy cerca de allí, en una vivienda junto al río Las Casas, dos hombres estaban enfrascados en revisar sendas armas de fuego. Uno, una pistola calibre 45 y el otro un Máuser con mirilla telescópica. En una pequeña mesa un mapa. Una vez terminado de revisar el armamento, uno de ellos, alto, rubio de ojos azules, vestido de cazador y el otro un mestizo de larga melena y vestido con una camiseta y pantalones corto. Salieron y se dirigieron a un bote atado frente a la casa. Subieron a él y después de soltar el amarre, comenzaron a remar muy despacio río abajo.

Después de cenar, fue a su habitación situada en la segunda planta, tomó el teléfono y solicitó un taxi. Se fue hacia el balcón. Contemplaba el cielo estrellado y respiró profundo el aire puro de la Isla.

Mientras

─ Señor, su taxi ha salido para acá. ¡Oh, perdón! Es que de pronto lo he confundido con el señor de la habitación 24.

─Para la próxima tenga mas cuidado. Me preparas la cuenta. Mañana me marcho temprano. Habitación 23.Si alguien pregunta por mí, estaré en el bar. ─ dijo, con cara de malos amigos.

El recepcionista tocó en la puerta de la habitación. Venía a avisarle que el Taxi había llegado. Se percató que la puerta no tenía el seguro pasado y al no contestar nadie, abrió la puerta despacio. Entró llamando al huésped sin recibir contestación. Miró hacia el balcón y en el suelo había un cuerpo.

En la Estación de Policía, comentaban sobre el último asesinato.

─ Si no hubiera sido por Juan, que estaba pescando peces Lisa, nos hubiera sido difícil encontrar al asesino. Pero ese viejo es valiente porque los siguió y después de ver donde vivían vino y los denunció. ─ comentó el policía mas joven.

─ ¡Pobre ingeniero! Venía lleno de ilusiones. Hoy iba a tener una reunión con el alcalde. Según nos informaron en el Ayuntamiento venía a proponer un proyecto de puente elevadizo ─ había dicho un sargento.

─ Y el desgraciado mafioso, al que pretendían asesinar esos sicarios, se marchó feliz y contento de la Isla. ¡Qué cosas tiene la vida! Según los asesinos era a él a quien iban a matar y lo confundieron con el Ingeniero.

pcfa

No hay comentarios:

Publicar un comentario