El Gemelo Desaparecido
Cuando
me ví que mi hermano gemelo no estaba por poco me da algo. Habíamos entrado
juntos y nos habíamos divertido como solíamos hacer todos los fines de semanas.
Estaba muy triste. Y sólo observaba como lo buscaban. Lloraba en un rincón de
la casa donde nadie me veía. Como puedo olvidar los paseos que dábamos con
María, la pequeña de la casa. Me da vergüenza decirlo pero siempre nos
elogiaban mas a nosotros que a ella y nos decían lindos, bonitos o hermosos.
Aunque no es correcto que lo diga, pero ella es bastante fea. Hacía cosas y
luego nosotros pagábamos lo mal hecho como el día que llegamos llenos de
pelusas o cuando nos presentamos llenos de barros. No vale la pena pensar en
esas boberías. Ahora me doy cuenta que hay cosas muy importantes y sin embargo,
pasamos por alto. ¡Mi hermano, caramba! ¿Por qué te perdiste? En cuanto se
dieron cuenta de tu desaparición todos comenzaron a buscarte. ¡Hasta María! No
sé lo que haré sin ti. Veo que todos me miran con lástima. Ha llegado un señor
con una maleta. ¿Será un policía? Pasó por mi lado y ni me miró. Después de
largos minutos, el hombre trae algo en sus manos. Lloro de emoción. ¡Es mi
hermano! El técnico lo sacó de la lavadora. ¡Volveremos a ser los lindos
calcetines de María!
Pedro
Celestino Fernandez Arregui
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