Diablo
Donald
está sentado en la terraza de una cafetería en Málaga. Como siempre busca la
página Cultural, pero se detiene en la página de Sucesos y lee el titular: “Asesinan
a un hombre en la calle Badisoa”. Se pone visiblemente nervioso, se incorpora,
tira el periódico en la mesa y se marcha.
Meses
después aparece ahorcado cerca de la Calle Eresma, un joven en cuyo DNI, consta el nombre de Donald Heiz.
–Gallardo,
han encontrado un joven colgado por el cuello en un árbol junto a la calle
Eresma, casi llegando a la calle de La Yesera. Presume sea un suicidio. Así que
tienes un trabajito fácil –le dijo el oficial.
Llegó
al lugar, acordonado por miembros de la Policía Local, y se dirigió hacia el
lugar donde estaba el cuerpo inmóvil del joven. Comenzó a observar
detenidamente el cadáver. Luego miró en el suelo un taburete plástico de
costado.
–Quiero
que busquen huellas en el taburete y registren minuciosamente todo ésta área y
los bordes de las calles. Esto es un asesinato. Iré a su casa.
–¡Buenos días! Soy el Inspector Gallardo de
la Sección de Criminalística –dijo mientras le enseñaba su carnet.
–¿Sucede
algo? –preguntó una señora de unos ochenta años que había acudido a abrirle la
puerta al oficial.
–¿Podemos
hablar dentro?
–Sí,
sí, como no. Pase, por favor –dándole paso y señalándole el interior de la
casa.
El
comedor presentaba una decoración inglesa con algunos elementos españoles, una
limpieza impecable y los muebles, aunque eran baratos, distribuidos con
elegancia.
–¿Conoce
a Donald Heiz?
–Es
mi hijo. ¿Le ha sucedido algo?
Al
ver el rostro compungido del Inspector y moviendo la cabeza afirmativamente,
comenzó a llorar.
–¿Cómo
fue? – pudo balbucear entre sollozos.
–Se
ha quitado la vida.
–¿Por
qué? No tenía problemas con nada ni con nadie. Era cumplidor en su trabajo. Sus
compañeros le querían mucho y los vecinos también. Cuando iba a alguna fiesta
regresaba temprano. Muy bueno, inteligente, buen hijo. ¡Como va a sufrir
Mariana cuando lo sepa!
–¿Quién
es Mariana?
–Es
su hermana.
–Me
tengo que ir. Lo siento mucho. Mañana regresaré para hacerles algunas preguntas
a usted y a su hija. ¡Hasta mañana!
–Hemos
encontrado huellas de zapatos en el lugar. Una huella coincide con los zapatos
de Donald y junto a esa otra huella que no coincide. En el taburete hay huellas
dactilares que no son de la víctima. La huella en el brazo izquierdo parece ser
de uñas clavadas en la piel. –informaba uno de los investigadores al Inspector.
–Desde
el primer momento me pareció que no era un suicidio. La posición del taburete
correspondía a la acción de alguien que no podía ser Donald. Además, la marca
en el brazo izquierdo. ¿Algo más?
–El
chico era buen trabajador y buen vecino. Todos hablan bien de él.
–Comprueben
las huellas de sus compañeros de trabajo y si pueden tomar muestras de ADN en
la huella del brazo.
–¿Usted
es la hermana de Donald?
–Sí.
- contestó llorando la joven.
–¿Cuándo
fue la última vez que lo vió?
–Ayer,
siempre lo veo a la hora de comida. Vivimos todos juntos. Vino a la casa a
comer y volvió para el trabajo. Tiene turno partido. Siempre llego después que
él porque todas las noches salgo con mi novio por eso no supe que no había
llegado
–¿No
vio nada extraño en él que le llamara su atención?
–Casi no nos vemos pero desde
hace varios días lo notaba algo nervioso.
–¿
Sabes el motivo o se lo imagina?
–¡No!
–¿Tenía
algún momento que mostraba enfado?
–Cuando
único se ponía serio era cuando le decía que iba a salir con mi novio. Él me
quería mucho y no le gustaba que saliera con alguien que no conociera.
–Era
tu novio y lo conocería.
–Lo
había visto dos veces como máximo. Creo que no le gustó cuando le dije que era
extranjero. No le gustaban los extranjeros. Decía que venían a hacer cosas
malas aquí.
–¿Ustedes
no son descendientes de extranjeros?
–Sí,
mi padre era Suizo. Murió cuando éramos niños.
–¿Qué
enemigo podría tener su hermano? ¿Tenía deuda? ¿Había peleado con alguien?
–No,
no, nada de eso. Le aseguro que no tenía enemigos.
–Tenemos
el resultado de las huellas pero no se pudo coger muestra de ADN.
–¿Y…?
–Pertenecen
a Stivor Marka, un ciudadano de Kosovo buscado por la Interpol por múltiples
asesinatos. Su seudónimo es, “Diablo”. Se cree que está como sicarios de
algunas mafias.
–¿Qué
relación pudo haber tenido con Donald?
–¡Mucho!
Marka es Stucker, el novio de Mariana Heiz –dijo el oficial Manso, mostrándole
una foto.
–¿Cuál
podría ser el móvil del crimen? ¿Por celos? No lo creo. ¿Sabía Donald que era
buscado por criminal? No, tampoco.
–Marka
fue visto, hablando con Donald, el día del asesinato por el dependiente de la
cafetería donde el acostumbra a tomar café. Ambos salieron y se montaron en un
Audi negro.
Stivor
Marka fue juzgado y sancionado a cadena perpetua por los crímenes cometidos,
menos por el asesinato de Donald Heiz por falta de pruebas. Alegó que tocó el
taburete porque estaba en medio de la vía y lo tiró para el área verde.
Al
no encontrarse el motivo del crimen, se supone que el joven fue testigo de
algunos de sus crímenes y por eso lo asesinó.
Pedro
Celestino Fernandez Arregui
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